Una encuesta reciente de Randstad revela que el 52,2% de los trabajadores en Castilla-La Mancha logra desconectar del trabajo desde el primer día de vacaciones, superando la media nacional del 46,9%. A nivel regional, se destacan por esta capacidad junto a Navarra, Cantabria, Aragón, Castilla y León, y Galicia. Sin embargo, no todos lo logran tan rápidamente: el 30% necesita hasta una semana, un 14,8% de una a dos semanas, y un 3,2% requiere más de dos semanas para dejar las preocupaciones laborales atrás. En el ámbito nacional, un 53% de los trabajadores afirma necesitar más de una semana para desconectar.

A pesar del descanso vacacional, el problema de la desconexión digital sigue presente. En Castilla-La Mancha, el 70% de los empleados recibe comunicaciones laborales fuera del horario, a pesar de la legislación que protege su derecho a desconectar. Además, un 38% de los españoles cree que su empresa espera que respondan a mensajes incluso fuera del horario laboral. La capacidad de desconectar varía según el sector, siendo más fácil para los trabajadores de la industria y la tecnología, mientras que quienes se desempeñan en educación, sanidad, transporte y logística enfrentan mayores dificultades.

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