La noche del viernes, un nuevo incendio volvió a encender las alarmas en el edificio abandonado del Paseo San Antonio, en el barrio de Casablanca, Cuenca. A pesar de las reiteradas peticiones de los vecinos por una solución definitiva, el inmueble continúa siendo un foco de inseguridad tras 15 años de abandono. Este incidente suma ya tres incendios recientes, preocupando tanto por la seguridad de los ocupantes irregulares como por el impacto en la calidad de vida de la zona. La Asociación de Vecinos de Casablanca ha reiterado su llamado a las autoridades locales para que tomen medidas urgentes y efectivas, señalando la falta de intervención por parte de los propietarios y las autoridades competentes.
La problemática va más allá de los riesgos físicos, impactando también en la estética y la tranquilidad del barrio. Los residentes exigen acciones como la rehabilitación o expropiación del inmueble para garantizar el cumplimiento de normativas de seguridad. Propuestas como el tapiado de entradas para prevenir actividades delictivas y la apertura de un diálogo comunitario buscan devolver la tranquilidad a este enclave de Cuenca. En el entorno, la expectativa es que las autoridades escuchen y actúen, asegurando un ambiente seguro y habitable para todos.
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