En un trágico suceso que ha sacudido a la comunidad de Minneapolis, al menos dos niños han perdido la vida y cerca de una veintena de personas han resultado heridas tras un tiroteo en una escuela católica. El ataque, que tuvo lugar durante una misa en el suroeste de la ciudad, dejó a los asistentes traumatizados. Según el jefe de la Policía, Brian O’Hara, el tirador disparó a través de las ventanas de la iglesia, alcanzando a los niños y fieles congregados. Las víctimas mortales son dos menores de ocho y diez años, y entre los heridos hay 14 niños, de los cuales dos se encuentran en estado crítico. El atacante, que se quitó la vida, portaba un arsenal compuesto por un rifle, una escopeta y una pistola, y según las autoridades, no tenía antecedentes conocidos.

La conmoción y el dolor han resonado no solo en Minneapolis sino a nivel nacional. El alcalde, Jacob Frey, expresó con pesar la tragedia y enfatizó la necesidad de seguridad en espacios de paz como las iglesias y escuelas. Mientras tanto, las autoridades han informado al presidente Donald Trump y el FBI continúa investigando el caso. El gobernador de Minnesota, Tim Walz, ha pedido reflexionar sobre la violencia que empaña el inicio del curso escolar. Paralelamente, la Policía reportó otros tres tiroteos mortales en la ciudad en las últimas horas, subrayando el preocupante aumento de la violencia armada en la región.

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