El Albacete Balompié enfrenta una situación poco ideal tras el cierre del mercado de verano, sin concretar los fichajes esperados. La dirección del club, encabezada por Toché, había trabajado en la cesión de Dawda Cámara, un prometedor delantero mauritano de 22 años procedente del Girona. Sin embargo, el Cádiz intervino con una oferta superior, frustrando las aspiraciones del equipo manchego. La necesidad de reforzar otras posiciones, como la lateral izquierda y el extremo derecho, también quedó en el aire. A pesar de contar con fichas libres y una capacidad económica favorable, que en años anteriores no estaba disponible debido al límite salarial, no se logró cerrar ningún trato significativo antes del límite temporal.
En el seno del equipo, el panorama es complejo. A pesar de las limitaciones, el técnico Alberto González había manifestado la expectativa de incorporar un jugador que verdaderamente «marque la diferencia», buscando a alguien con experiencia que garantice un incremento en el nivel competitivo de la plantilla. En cambio, se optó por esperar posibles oportunidades de última hora, sin concretar hasta el cierre de edición. Mientras tanto, el equipo dependía de jóvenes talentos como Dani Bernabéu, quien impresionó durante la pretemporada. La paciencia del club podría abrir nuevas puertas, pero el tiempo sigue siendo un factor crítico para completar la plantilla de manera óptima y competir al máximo nivel.
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