El Gobierno de Estados Unidos denuncia que dos aviones militares de Venezuela sobrevolaron un buque de la Armada estadounidense en aguas internacionales, calificando el acto como «altamente provocador». El Departamento de Defensa afirmó que Caracas intenta interferir en sus operaciones contra el narcotráfico, en medio de crecientes tensiones entre ambos países. Esta declaración sigue a un incidente reciente donde fuerzas estadounidenses dispararon contra una embarcación del Tren de Aragua supuestamente involucrada en actividades de narcotráfico, resultando en once «narcoterroristas» muertos, un hecho que Venezuela describió como «ejecuciones extrajudiciales».

Mientras Washington acusa a Venezuela de facilitar el envío de narcotraficantes a territorio estadounidense, el presidente Nicolás Maduro señala que estas tensiones son parte de un intento de EE.UU. por acceder a las riquezas energéticas venezolanas. Este cruce de acusaciones incrementa la fricción diplomática en una región ya marcada por desafíos estratégicos, poniendo sobre la mesa temas de soberanía, control territorial y el combate al narcotráfico que ambos países interpretan de manera opuesta.

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