El Albacete Balompié sufrió una dura derrota 1-4 ante el Mirandés en el Estadio Carlos Belmonte, en un partido marcado por la falta de precisión y efectividad del conjunto local. El equipo dirigido por Alberto González, obligado a ver el partido desde una cabina por sanción, mostró un planteamiento desajustado. Desde el inicio, el Mirandés aprovechó las debilidades defensivas del Albacete para adelantarse con un gol temprano de Bauzá, aprovechando una defensa blanda. A pesar de tener mayor posesión, el Alba no pudo traducir su dominio en goles, lo que generó frustración tanto en el campo como entre los hinchas.
En el segundo tiempo, el Albacete introdujo cambios que no alteraron la dinámica del partido. A pesar de mejorar en intensidad, los intentos ofensivos chocaron constantemente con una sólida defensa visitante. El Mirandés amplió su ventaja con goles de Carlos Fernández y Pettit en rápidos contragolpes, mientras que el Alba solo pudo marcar el gol del honor por un error defensivo rival. La expulsión de Jon García, revisada por el VAR, aún complicó más la situación, y el Mirandés cerró la goleada con un cuarto gol en el tiempo añadido por Pablo López. La decepción fue palpable en una afición que comenzó a abandonar el estadio antes del final del encuentro.
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