La Feria de Albacete se acerca, un evento que el reconocido José S. Serna describía como una celebración de brazos abiertos. Este año, los organizadores se enfrentan a un dilema importante: cómo hacer que las festividades sean inclusivas para todos los vecinos, desde los más pequeños hasta los adultos mayores. Aunque el Ayuntamiento se encarga de la logística, la verdadera esencia de la Feria reside en la participación activa de la comunidad. Una propuesta del Grupo Municipal Socialista para fortalecer esta implicación ciudadana a través de un Consejo Asesor de Feria fue rechazada, lo que plantea cuestionamientos sobre la representatividad y la toma de decisiones en la organización del evento.
El enfoque de la Feria no solo debe centrarse en el presente, sino también mirar hacia el futuro, promoviendo un turismo sostenible que atraiga visitantes durante todo el año. Albacete cuenta con una oferta gastronómica rica y variada, y es fundamental aprovecharla para mantener el interés más allá de los días de festividades. En las horas previas al inicio de la Feria, la comunidad se prepara para disfrutar de un tiempo de encuentro y celebración, mientras se queda en la mente la reflexión sobre cómo equilibrar el éxito de las fiestas con la necesidad de una participación más amplia y consciente, asegurando que el corazón de Albacete siga latiendo fuerte en cada rincón de su Feria.
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