El stand del gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto de relieve la importancia del vino en la economía regional, un sector que representa el 5% del PIB, es decir, unos 2.000 millones de euros anuales. Durante la jornada, el delegado provincial, Pedro Antonio Ruiz Santos, destacó el papel preponderante de Albacete en la producción vitivinícola, que actualmente aporta el 8,8% de la producción nacional y cuenta con una superficie de viñedos en constante reestructuración. A pesar de ser un motor económico, el sector enfrenta desafíos como la modernización de viñedos y la recuperación de variedades autóctonas que amenazan con desaparecer.
Complementando esta estrategia, el desarrollo del enoturismo ha cobrado fuerza, con cuatro rutas del vino en la provincia, que reciben apoyo económico del gobierno regional. Pablo Sánchez, en representación de la D.O. Almansa, subrayó que esta nueva ruta incluye 12 empresas enfocadas en la variedad Garnacha Tintorera, reconocida por su calidad. Las diversas iniciativas, desde actividades para niños hasta proponiendo experiencias innovadoras, están diseñadas para atraer a un público más joven y aumentar la visibilidad del patrimonio vitivinícola de la región. Además, eventos como catas de vinos y presentaciones en ferias internacionales refuerzan el compromiso de Castilla-La Mancha con su rica herencia vitivinícola.
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