La tarde del viernes en la plaza de toros de Albacete fue testigo de una emocionante corrida donde Manuel Jesús Cid Salas, conocido como «El Cid», dejó huella con su talento, a pesar de que la espada le privó de un triunfo más rotundo. En sustitución de Fernando Adrián, el veterano torero de Salteras demostró su maestría con una destacada faena al cuarto toro, cimentada principalmente en el toreo al natural, lo que le valió una oreja y dos vueltas al ruedo con el calor del público. Aunque su primer toro no permitió un lucimiento similar, «El Cid» logró conectar con la afición, que reconoció su esfuerzo y experiencia al celebrar sus 25 años de doctorado.
Por su parte, Molina y Alejandro Peñaranda también tuvieron momentos de protagonismo. Molina, en su segunda tarde de abono, logró una oreja tras una faena cargada de voluntad con su primer toro, aunque su actuación con el segundo toro tuvo altibajos y terminó sin premio. En su debut como matador en Albacete, Alejandro Peñaranda mostró destellos de calidad, especialmente toreando con la mano derecha al tercero de la tarde, pero los errores con la espada le hicieron perder cualquier posibilidad de trofeo. La corrida concluyó con un sexto toro complicado, que pasó sin pena ni gloria, como reminiscencia de una tarde donde la entrega y el arte predominaban, pero los aceros dictaron la última palabra.
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