El Gobierno israelí ha manifestado su firme oposición al nuevo paquete de sanciones propuesto por la Comisión Europea, advirtiendo que tomará medidas de represalia si la Unión Europea las aprueba. Según el ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar, estas sanciones representadas en redes sociales por él mismo como «distorsionadas» política y moralmente, podrían dañar no solo a su país, sino también a los intereses de Europa. Saar envió una carta a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, buscando disuadirla de continuar con la iniciativa, argumentando que esta agravaría una situación que ya considera un conflicto existencial para su nación.

En Bruselas, la propuesta de sanciones incluye la suspensión de ciertos aspectos del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel, lo que conllevaría la reintroducción de aranceles y la suspensión de fondos, pero no cortaría los lazos comerciales por completo. Además, las sanciones apuntan a ministros ultraderechistas israelíes y líderes de Hamás. El aval de esta medida depende del voto favorable de una mayoría cualificada de los 27 Estados miembros. Kaja Kallas, Alta Representante de la Política Exterior de la UE, subrayó que el objetivo es mejorar la situación humanitaria en Gaza, describiéndola como «insostenible», y no simplemente castigar a Israel.

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