En un intento por abordar las tensiones persistentes en Oriente Medio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó Egipto para participar en una cumbre centrada en el futuro de Gaza, tras la firma de un acuerdo de alto el fuego en la región. Sin embargo, durante una declaración a bordo del Air Force One, Trump evitó comprometerse con el reconocimiento de un Estado palestino, enfatizando que su enfoque principal es la reconstrucción de Gaza. Aunque reconoció que muchos líderes árabes están a favor de una solución de dos Estados, el presidente estadounidense no tomó una posición clara al respecto, manteniendo un aire de ambigüedad sobre el tema.
Tras la cumbre, la Casa Blanca emitió una declaración conjunta con los países mediadores—Estados Unidos, Egipto, Catar y Turquía—en la que acordaron implementar un pacto para estabilizar la región. A pesar de estos esfuerzos diplomáticos, Trump expresó cierta incertidumbre sobre la sostenibilidad de la paz en Gaza después de su mandato. No obstante, aseguró que continuará trabajando para mantener la estabilidad «con quien haga falta». En su reciente discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Trump había calificado la solución de dos Estados como una «recompensa» para Hamás, lo que añade complejidad a su postura en un conflicto que sigue siendo uno de los más intrincados de la política internacional.
Leer noticia completa en La Tribuna de Albacete.