Al menos siete personas fallecieron y otras once resultaron heridas tras el accidente de un avión de carga que se estrelló el lunes poco después de despegar del Aeropuerto Internacional Muhamad Alí de Louisville, en Kentucky. El avión, perteneciente a la compañía UPS, tenía como destino Honolulu, Hawái, y transportaba a tres tripulantes. La tragedia ocurrió alrededor de las 17:15 horas locales, cuando la aeronave impactó contra unas instalaciones de UPS, desencadenando un incendio. El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, ha descrito el suceso como «catastrófico» y ha alertado sobre el posible impacto ambiental, dada la proximidad a empresas de reciclaje de petróleo.
En respuesta al accidente, se han desplegado equipos de bomberos que trabajan arduamente para controlar las llamas, mientras el aeropuerto de Louisville permanecerá cerrado hasta el miércoles. Además, las autoridades han ordenado el confinamiento de los residentes en un radio de cinco millas del lugar del accidente como medida de precaución. El portavoz del aeropuerto, Johnathan Biven, confirmó el balance de heridos y destacó la cooperación interinstitucional en el manejo de esta emergencia. Las investigaciones por parte de la Administración Federal de Aviación continúan para determinar las causas del siniestro.
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