El Gobierno ha iniciado negociaciones con sindicatos como CCOO, UGT y CSIF para establecer un nuevo acuerdo salarial plurianual (2026-2028) para los empleados públicos, cuyo principal objetivo es preservar su poder adquisitivo. En la reunión del miércoles, no se concretaron cifras, generando cierta tensión, especialmente respecto al 2025, año en el que los sueldos permanecerán congelados. Los sindicatos insisten en evitar una «subida cero» y aseguran que las movilizaciones dependerán del progreso de las negociaciones. CSIF informó que el 19 de noviembre Función Pública presentará una propuesta concreta para el próximo año, demandando además que cualquier incremento tenga efectos retroactivos desde enero.
El último acuerdo plurianual establecía incrementos salariales fijos y variables, basados en el IPC y el PIB, con una subida mínima del 6,5 %, que podría alcanzar el 9,5 %. La secretaria de Estado de Función Pública, Consuelo Sánchez, indicó que además de mejoras salariales, el nuevo pacto incluirá medidas organizativas para mejorar la calidad de los servicios públicos y fomentar una administración participativa y adaptada a las transiciones digital y verde. Las siguientes reuniones tendrán lugar el 11 de noviembre, comenzando con la parte de empleo, mientras las partes buscan un consenso que beneficie a los trabajadores y la ciudadanía.
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