Page enfatiza que el proyecto está fundamentado en el consenso para impulsar una España más próspera


En un día significativo para Castilla-La Mancha, el Congreso de los Diputados fue escenario del inicio formal del proceso para aprobar un nuevo Estatuto de Autonomía que promete ser un reflejo del consenso social y político. Emiliano García Page, presidente de la Junta, destacó desde la tribuna que este estatuto es el resultado de un acuerdo «amplísimo», incluyendo el respaldo total del PP, pese a que el PSOE podría haberlo impulsado en solitario gracias a su mayoría. Este enfoque consensuado contrasta con la reforma de 2014, que avanzó solo con el apoyo del PP. Page reafirmó la lealtad del estatuto a la Constitución y subrayó que la comunidad autónoma refuerza su compromiso con el estado del bienestar y la autonomía regional.

Ana Isabel Abengózar, portavoz del PSOE en las Cortes, presentó el estatuto como un vehículo hacia «un tiempo nuevo» para la región. Criticó a Vox por su falta de disposición a negociar y destacó que la reforma busca promover la libertad e igualdad efectiva, proteger la identidad rural y garantizar el acceso igualitario a servicios públicos. El proyecto también pretende blindar políticas sociales, defender derechos humanos y mejorar la representatividad parlamentaria. Abengózar subrayó que esta actualización del estatuto aspira a llevar a Castilla-La Mancha hacia otros 40 años de progreso, consolidando así su identidad y posicionándola en pie de igualdad con otras comunidades autónomas.

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