La jornada en el Congreso de los Diputados se transformó en un escenario de consenso y unidad política, un acto casi inusual en el panorama español actual. Castilla-La Mancha presentó su nuevo Estatuto, respaldado por una amplia delegación de representantes del PSOE y el PP regional, quienes dejaron atrás sus diferencias para mostrar un frente unido. El presidente Emiliano García-Page y el líder regional del PP, Paco Núñez, lideraron el acto en un ambiente de concordia que sorprendió en Madrid. La presidenta del Congreso, Francina Armengol, dio la bienvenida a esta delegación, marcando el inicio de un pleno cargado de gestos simbólicos, como abrazos y sonrisas, que evocaron un aire de reconciliación.

El nuevo Estatuto, celebrado por representantes de ambas formaciones políticas, promete no ser un texto contra nadie, sino uno que busca el mejoramiento de Castilla-La Mancha y, por ende, de España. Las palabras de Emiliano García-Page y de la portavoz socialista Ana Isabel Abengózar, así como las de Enrique Belda del PP, destacaron la importancia del acuerdo alcanzado y la necesidad de preservarlo frente a la tendencia polarizadora actual. Tras la sesión, los diputados de ambas partes continuaron el diálogo en los pasillos, demostrando que, aunque sólo fuese por un día, la política española es capaz de encontrar un espacio común.

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