Miles de conductores enfrentan nuevamente largas retenciones en la A-31 entre La Roda y Chinchilla, una de las vías más congestionadas de la autovía Alicante-Madrid, con más de 20.000 vehículos diarios. Este tramo está sumido en la frustración acumulada por años de promesas no cumplidas sobre la necesidad de implementar un tercer carril. Aunque en 2018 el gobierno de Mariano Rajoy inició los estudios para la ampliación, el actual gobierno de Pedro Sánchez ha paralizado el proyecto, dejando a la infraestructura en un estado de abandono.
A pesar de las intervenciones del presidente regional Emiliano García-Page y su consejero de Fomento, la realidad es que no se han concretado avances significativos. Mientras se implementan soluciones temporales como carriles reversibles, los castellanomanchegos siguen sufriendo cada día las consecuencias de la inacción política. La situación no solo resalta una crisis de movilidad, sino también una falta de voluntad política, evidenciada por el desmantelamiento de proyectos previamente aprobados, lo que perpetúa el estancamiento económico y social de la región.
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