El actor y cómico Joaquín Reyes, originario de Albacete, ha expresado su descontento ante las presiones religiosas que, según él, han estado presentes desde el inicio de su carrera. Sus declaraciones se producen en el contexto de la controversia que rodea a su colega Héctor de Miguel, conocido como Quequé, quien ha sido citado a declarar en un juzgado de Valladolid por un presunto delito de acoso. Reyes enfatizó que este tipo de conflictos no son nuevos en el humor y que han sido una constante a lo largo de los años, especialmente en lo que respecta a la crítica a la Iglesia y la religión.
Reyes también destacó que las denuncias y presiones han aumentado en visibilidad, como lo demuestra el caso de Quequé, que enfrenta un proceso judicial por incitación al odio tras sus comentarios sobre el Valle de los Caídos. Al abordar este tema, el humorista alertó sobre la existencia de una censura subyacente en la sociedad, que puede llevar a los artistas a tener miedo de expresar sus opiniones y enfrentar las consecuencias de los «poderes fácticos». Su intervención se produjo durante uno de los diálogos del VIII Foro de la Cultura en Valladolid, donde abordó la compleja relación entre el humor, la religión y la libertad de expresión.
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