A partir de ahora, el acceso a las terminales del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas se restringirá a pasajeros, acompañantes y personal aeroportuario durante ciertas franjas horarias. Esta decisión se implementa tras un creciente número de personas que viven y pernoctan en las instalaciones, lo que ha generado un debate entre el Gobierno central, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento sobre quién debe hacerse cargo de esta situación. Aena, el gestor del aeropuerto, refuerza los controles de acceso en horas de menor actividad, al mismo tiempo que insistentemente enfatiza que los aeropuertos no son lugares diseñados para la convivencia prolongada.
El presidente de Aena, Maurici Lucena, ha calificado de «insuficiente» la respuesta del Ayuntamiento a este problema social y ha instado formalmente a la administración local a asumir su responsabilidad en la atención a las personas sin hogar que se encuentran en el aeropuerto. Aena subraya su voluntad de colaborar con entidades sociales para ofrecer soluciones habitacionales dignas a este colectivo vulnerable, reconociendo la complejidad de la situación y la necesidad de un enfoque sensible y coordinado entre las distintas administraciones.
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