A una semana del apagón que dejó a Albacete y gran parte de España sin electricidad, los usuarios de Movistar continúan enfrentando serios problemas de servicio. El 28 de abril, la caída prolongada del suministro eléctrico también provocó un colapso en las redes telefónicas, afectando la capacidad de muchos ciudadanos para realizar llamadas y navegar por internet. Aunque el restablecimiento del suministro eléctrico comenzó 12 horas después del incidente, los inconvenientes con la cobertura de Movistar persistieron, generando malestar entre sus clientes en la región.
Los problemas se han recrudecido con el paso de los días, afectando tanto a usuarios particulares como a negocios que dependen de la conexión a internet para operar. El 6 de mayo, numerosas quejas sobre la falta de cobertura telefónica y de datos móviles se hicieron evidentes, y muchos no pudieron acceder a sus redes wifi ni efectuar cobros con datáfonos. La frustración crece entre los afectados, quienes expresan su preocupación por la inestabilidad del servicio y la posibilidad de futuros fallos en la conexión, lo que les genera incertidumbre y desconfianza en la compañía.
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