Este jueves, los municipios valencianos de Chiva, Yátova, Siete Aguas y Buñol suspendieron las clases en sus centros educativos tras recibir correos electrónicos amenazantes en los que un individuo advertía sobre la colocación de bombas y expresaba su intención de matar a «tantas personas como sea posible». La situación generó pánico entre padres y docentes, lo que llevó a las autoridades locales a acatar la recomendación de la Guardia Civil y cancelar las actividades escolares por el día. El Ayuntamiento de Chiva comunicó a través de redes sociales que se seguirían informando a la ciudadanía sobre la reanudación de las clases.
La tarde de este mismo día, la Guardia Civil logró detener a un sospechoso relacionado con las amenazas, lo que llevó al conseller de Educación, José Antonio Rovira, a hacer un llamado a la calma, asegurando que se había restablecido la normalidad en los centros educativos. Aclaró que, tras inspeccionar los establecimientos, no se había encontrado evidencia de ninguna amenaza concreta. Aunque se evaluaba la posibilidad de que los alumnos pudieran regresar a clase el mismo día, el conseller enfatizó la importancia de verificar con las familias antes de permitir el retorno, señalando que se habían tomado medidas preventivas necesarias para garantizar la seguridad de los estudiantes.
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