El escritor cántabro Álvaro Pombo, de 85 años y con un delicado estado de salud, recibió el Premio Cervantes 2024 en una emotiva ceremonia celebrada en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. En su discurso, Pombo dedicó palabras al legado de Miguel de Cervantes y reflexionó sobre la fragilidad, en un día marcado también por el luto por la muerte del Papa Francisco y del destacado autor Mario Vargas Llosa, quien falleció recientemente. Acompañado por los Reyes de España y otras personalidades del mundo literario, Pombo llegó en silla de rueda, poniendo de manifiesto tanto su valentía como su pasión por las letras en un momento tan significativo.
El Rey Felipe VI, en su intervención, destacó la “bondad y claridad” de la obra de Pombo, resaltando su relevancia en un contexto social complejo y confuso. A lo largo del acto se recordó al difunto Vargas Llosa, ganador del mismo galardón en 1994, y se enfatizó la importancia de los valores propuestos por Pombo, como la claridad y la verdad, en tiempos inciertos. La ceremonia, a la que no asistió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se desarrolló en un ambiente de solemnidad, con banderas a media asta y una indumentaria de luto por parte de la familia real, reforzando la conexión entre la cultura, la historia y los momentos significativos del presente.
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