Armindo Ceccón ha demostrado ser un entrenador audaz al asumir la dirección del CP Villarrobledo, un equipo que enfrentó el desafío de armar una plantilla completamente nueva. A pesar de las adversidades, logró evitar el descenso directo. Sin embargo, la situación del equipo se complica por el arrastre del Illescas, lo que podría llevar al Villarrobledo a caer a la categoría Preferente. La única esperanza de salvación radica en que el equipo que compita en la última eliminatoria de ascenso del Grupo XVIII logre clasificarse para la Segunda RFEF, lo que permitiría esquivar el arrastre.
Ceccón, que reconoce el temor inicial al descenso y las dificultades de los primeros partidos, ha visto cómo su equipo ha competido mejor con el tiempo. A pesar de la tristeza por las derrotas recientes, el técnico se siente satisfecho con el progreso de la plantilla, compuesta mayoritariamente por jóvenes. Asegura que su grupo, a pesar de la corta preparación y el poco conocimiento entre los jugadores al inicio, ha forjado lazos de camaradería y representa un motivo de orgullo para él y su cuerpo técnico.
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