El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha aprobado por unanimidad el Plan de Salud Mental, con la adición de 39 millones de euros en financiación, pese a las críticas previas de las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular, que consideraban la cifra insuficiente. La ministra de Sanidad, Mónica García, celebró la decisión como un hito ambicioso en la historia de España, cuyo objetivo es abordar problemáticas persistentes en la salud mental, como la alta prescripción de psicofármacos y la escasez de profesionales en el sector.
El plan se centra en tres grandes retos: reducir el abuso en la prescripción de medicamentos relacionados con la salud mental, identificar las necesidades de personal en las comunidades autónomas y garantizar derechos fundamentales para una atención más humanizada. Entre las acciones previstas, el Ministerio difundirá una guía clínica para la deprescripción de antidepresivos y otros sedantes, mientras que instará a las autonomías a elaborar informes que identifiquen la demanda de profesionales en el ámbito de la salud mental. García enfatizó la necesidad de dejar atrás prácticas controvertidas como la contención mecánica y mejorar el enfoque hacia una atención más orientada al bienestar del paciente.
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