Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha confirmado que no utilizará un pinganillo en la próxima Conferencia de Presidentes, mostrando su desacuerdo con el Gobierno español al acusarlo de fomentar un «provincianismo» vinculado al separatismo catalán. Durante la sesión de control en la Asamblea de Madrid, Ayuso expresó su falta de expectativas respecto a la reunión, afirmando que el presidente Pedro Sánchez busca su interés personal. Sin embargo, asistirá «por coherencia» y enfatizó la necesidad de dar voz a los presidentes autonómicos y a temas relevantes como vivienda, educación y energía, mientras critica al Gobierno por ocultar información sobre la crisis energética.
La presidenta también advirtió que no permitirá que se cree una «nación paralegal» con la financiación del Estado, alertando sobre los problemas de inmigración y la falta de médicos. En su intervención, Díaz Ayuso calificó de «golfada» lo que el Gobierno pretende y exigió que se mantenga el uso del español en todas las discusiones. Su mensaje fue claro: la democracia debe basarse en el respeto a la ley y la separación de poderes, o de lo contrario, se arriesga a convertirse en «una cueva de ladrones». Al respecto, Carlos Díaz-Pache, portavoz del PP en la Asamblea, también criticó la situación actual, señalando la supuesta conspiración dentro de la Guardia Civil en beneficio de Sánchez y denunciando la falta de credibilidad en los medios cercanos al Gobierno.
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