Las celebraciones en París tras la victoria del París Saint-Germain en la final de la Champions League se tornaron caóticas, resultando en la detención de 559 personas y múltiples heridos. La Prefectura de Policía de Francia informó que, de las detenciones, 320 se llevaron a cabo en la capital, donde 192 personas sufrieron lesiones. Lamentablemente, también se registraron dos muertes relacionadas, una mujer atropellada por un vehículo y un joven apuñalado en Dax. Durante los incidentes, se documentaron al menos 692 incendios, incluidos 264 vehículos, y una serie de altercados en lugares icónicos como los Campos Elíseos.

El dispositivo de seguridad fue reforzado con la asignación de 5,400 agentes en las calles, pero las tensiones persistieron, generando preocupación entre las autoridades. El ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, instó a las fuerzas de seguridad a actuar con firmeza contra los disturbios, calificados de «bárbaros». A raíz de estos eventos, el presidente de la Agrupación Nacional criticó la imagen de la violencia que emana de estas celebraciones. Por su parte, un jugador del PSG hizo un llamado a la calma, instando a los aficionados a celebrar sin violencia mientras se preparan para un desfile en honor al equipo.

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