Esther Padilla, portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, dio detalles sobre la respuesta ante el apagón eléctrico que afectó a la región y gran parte de la península. Durante una rueda de prensa extraordinaria, destacó la efectividad en la gestión del incidente, que fue calificado de «máxima complejidad». Se activaron rápidamente los planes de emergencia, comenzando con el Plan Territorial de Emergencia de Castilla-La Mancha (PLATECAM) en su nivel uno y avanzando hasta el nivel tres. La colaboración entre administraciones y el civismo de la ciudadanía fueron elementos cruciales, permitiendo que se suspendieran las clases en los centros educativos y asegurando la atención médica en hospitales mediante sistemas eléctricos alternativos.
Padilla manifestó su agradecimiento hacia los alcaldes y los profesionales de los servicios públicos que trabajaron durante la crisis. Aunque la atención primaria estuvo «prácticamente inoperativa» y algunos servicios médicos enfrentaron dificultades, no se reportaron incidentes graves. La portavoz anunció que se están realizando evaluaciones para medir el impacto del apagón y que se coordinarán esfuerzos para restaurar plenas operaciones en los sectores afectados. Además, hizo un llamado a la población para mantener la calma y seguir las recomendaciones de las autoridades, reafirmando el compromiso del Gobierno en asegurar el bienestar de los ciudadanos y mejorar la resiliencia del sistema eléctrico en la región.
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