El Gobierno de Castilla-La Mancha ha expresado su profundo descontento ante la decisión del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de excluir al sureste de la región de las ayudas para hacer frente a la sequía, en el marco de la activación de la Reserva Agrícola de la Comisión Europea. De los 68 millones de euros destinados a España, solo 15 millones estarán disponibles para abordar las consecuencias de la sequía, dejando a provincias como Albacete y zonas de la Manchuela conquense, que llevan sufriendo sequías extremas durante tres años, sin apoyo económico. El consejero de Agricultura, Julián Martínez Lizán, ha calificado esta decisión como una «injusticia manifiesta» y ha exigido al Ministerio que considere la situación crítica de los agricultores afectados.
Martínez Lizán ha subrayado que informes técnicos de la consejería y de la Subdelegación del Gobierno evidencian pérdidas de hasta el 90 por ciento en cultivos como cereales y leguminosas, además de daños significativos en frutales y la masa forestal. El consejero ha recordado que, recientemente, el Ministerio activó ayudas para frutos secos en zonas de riesgo de desertificación que incluyen municipios de Albacete, lo que intensifica el sentimiento de agravio entre los agricultores locales. En respuesta a esta situación, el Gobierno regional está preparando su propia línea de ayudas para los agricultores profesionales en el sureste de Castilla-La Mancha, asegurando que lucharán por un trato equitativo frente a las dificultades que enfrentan sus productores.
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