Castilla-La Mancha ha cerrado el mes de febrero con un déficit de 176 millones de euros, lo que equivale al 0,29 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB). Este déficit representa un aumento de 27 millones en comparación con el mismo mes del año anterior, que registraba un 0,26 por ciento del PIB. A pesar de esta situación, la Junta de Castilla-La Mancha logró terminar el ejercicio pasado con un superávit de 76 millones de euros y ha diseñado unos presupuestos para 2025 contemplando un déficit previsto del 0,1 por ciento, es decir, alrededor de 50 millones de euros.
A nivel nacional, la situación fiscal varía entre las comunidades autónomas, siendo Navarra, Asturias, País Vasco y Canarias las únicas que han reportado un superávit al concluir febrero, según los datos de ejecución presupuestaria divulgados por el Ministerio de Hacienda. Esta disparidad en las cuentas autonómicas subraya las diferencias en la gestión económica y la capacidad de cada región para equilibrar sus presupuestos en un contexto de incertidumbre económica.
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