El Gobierno de Castilla-La Mancha ha decidido solicitar a la Unión Europea la adopción de medidas que mitiguen el impacto de la política arancelaria de Estados Unidos sobre los agricultores y las empresas agroalimentarias de la región. La iniciativa, impulsada por la preocupación de las autoridades regionales, busca proteger los intereses del sector agrario frente a las tarifas impuestas desde el otro lado del Atlántico, que podrían amenazar la estabilidad económica de una de las comunidades autónomas con mayor tradición agrícola en España.
El presidente regional, Emiliano García-Page, y su equipo se han pronunciado sobre la necesidad de que la Comisión Europea responda a este desafío comercial, que afecta tanto a la producción como a la exportación de productos agroalimentarios. El llamado a la acción se produce en un contexto donde los agricultores locales han expresado su inquietud por las repercusiones que las decisiones en Washington podrían tener en su viabilidad, lo que subraya la importancia de las políticas europeas para garantizar un comercio justo y equilibrado.
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