El Gobierno de Castilla-La Mancha, liderado por la consejera Esther Padilla, ha aprobado el inicio de la convocatoria de ayudas agroambientales para el cultivo de girasol, con una dotación total de 19,8 millones de euros. Esta medida, que no se implementaba desde hace diez años, busca promover prácticas agrícolas sostenibles en un contexto donde la superficie cultivada de girasol ha disminuido mientras que la demanda de proteína vegetal en Europa sigue en aumento. Las ayudas se enmarcan dentro del Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PAC) 2023-2027 y son cofinanciadas por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER).
La asistencia económica, que contempla una prima de 130 euros por hectárea para cultivadores de al menos una hectárea de girasol, se extenderá por cuatro años y beneficiará a alrededor de 1.600 titulares de explotaciones en la región, especialmente en las provincias de Cuenca y Guadalajara. Padilla subrayó la importancia de este apoyo, que se duplica en comparación con anteriores convocatorias, y señaló que el Ejecutivo regional está trabajando para que el girasol medioambiental sea reconocido como un cultivo asociado en los pagos directos de la futura PAC. Este esfuerzo se dirige a compensar a los agricultores que optan por técnicas sostenibles, como la reducción del uso de herbicidas y químicos, en un intento de fomentar una agricultura más respetuosa con el medio ambiente.
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