Durante la manifestación del 1 de mayo en Madrid, los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, exigieron la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales para 2025. Ambos líderes destacaron que no avanzar en este acuerdo entre el Gobierno y las organizaciones sociales constituiría un “fraude de ley” y un “timo a la democracia”. La protesta enfrentó dificultades iniciales debido a restricciones impuestas por el Ayuntamiento, lo que generó tensiones entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Asimismo, Álvarez subrayó que esta propuesta no debe ser tratada como un simple intercambio político, instando a los partidos opositores a justificar su resistencia en el Congreso. En su discurso, crítico con la patronal, enfatizó que las empresas han reportado altos beneficios mientras los salarios no han aumentado proporcionalmente, haciendo un llamado a reformar el sistema de despidos en España. Ambos líderes sindicales también resaltaron la urgencia de defender los derechos laborales y del Estado del Bienestar frente a amenazas de movimientos internacionales, reafirmando su compromiso por la igualdad y la protección de los derechos adquiridos en las últimas décadas.
Leer noticia completa en La Tribuna de Albacete.