El Celta de Vigo dio un paso decisivo hacia su objetivo europeo al vencer 3-2 al Sevilla en un partido crucial para ambos equipos. A pesar de controlar el juego durante gran parte del primer tiempo, el Celta se vio emparejado tras un penalti y la expulsión de Marcos Alonso, lo que permitió a Gudelj igualar el marcador desde el punto fatídico. Sin embargo, el equipo local, aún en desventaja numérica, mantuvo su enfoque ofensivo, aprovechando las debilidades defensivas del Sevilla, que se encuentra en una preocupante crisis de rendimiento.
La segunda parte comenzó con un notable contraataque del Celta, culminando en un gol de Mingueza que avivó la euforia entre los aficionados en Balaídos. A pesar de los esfuerzos del Sevilla por revertir la situación, incluidas paradas destacadas de Vicente Guaita, el Celta se mantuvo firme. La victoria se selló cuando Borja Iglesias anotó el tercer gol, aunque el Sevilla logró recortar distancias en el minuto 90 con un tanto de Kike Salas. Esta derrota profundiza la crisis del Sevilla, que ahora se enfrenta a una «final» por la permanencia ante Las Palmas.
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