El Gobierno de China ha reiterado su disposición a responder con «determinación» a las recientes medidas económicas y comerciales impuestas por Estados Unidos, que han llevado los aranceles sobre productos chinos a un 104 %. La cartera de Comercio de China subrayó que no hay ganadores en una guerra comercial y reafirmó su voluntad de defender los derechos legítimos de su pueblo, al tiempo que instó a Washington a eliminar de inmediato las restricciones unilaterales. En un libro blanco publicado ese mismo día, China describió las relaciones entre ambos países como una oportunidad de cooperación en lugar de una amenaza.
En un contexto de creciente tensión con Estados Unidos, el presidente chino, Xi Jinping, propuso fortalecer las relaciones estratégicas con los países vecinos, enfatizando la importancia de gestionar adecuadamente las diferencias. Durante una reunión de trabajo, Xi destacó que las relaciones con los países cercanos están en su «mejor nivel en la historia moderna» y abogó por una diplomacia de amistad basada en el beneficio mutuo. En esta línea, el líder chino llamó a construir vínculos en las cadenas de suministro y a cooperar en diversas áreas, aunque evitó mencionar a su contraparte estadounidense en sus declaraciones.
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