El Athletic Club de Bilbao no logró el milagro que sus aficionados esperaban en Old Trafford, quedando eliminado de la Europa League tras un abultado 0-3 en la ida y un prometedor gol de Mikel Jauregizar que solo trajo ilusiones pasajeras. A pesar de comenzar con esperanzas de remontar, la falta de efectivos clave en su ataque limitó las opciones del equipo, que se quedó corto en la creación de oportunidades frente a un Manchester United que, a pesar de su irregularidad esta temporada, comenzó a manejar el partido con soltura tras el primer gol.
Con el paso de los minutos, la llama de la remontada se fue apagando rápidamente. El United, aprovechando el desgaste y la frustración del Athletic, sentenció el encuentro con goles de Mason Mount y de Casemiro, sellando el destino del equipo bilbaíno y frustrando la posibilidad de una histórica final en su propia casa. La amarga experiencia deja al Athletic con la necesidad de concentrarse en la liga y buscar un lugar en la Champions, mientras reflexiona sobre oportunidades únicas que, como esta, podrían no volver a presentarse.
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