El Gobierno de Castilla-La Mancha ha inaugurado el Observatorio Regional de Impacto de los Aranceles, tras su postergación por un apagón. En la primera reunión, la consejera de Economía, Patricia Franco, y el consejero de Agricultura, Julián Martínez Lizán, dialogaron con representantes del sector agroalimentario. Franco destacó que la región ha sufrido una caída del 21% en exportaciones hacia Estados Unidos, un dato que supera la media nacional, aunque algunos productos como el queso manchego y el vino han experimentado incrementos en sus ventas.
Martínez Lizán subrayó la necesidad de trabajar en conjunto con el Gobierno de España y la Unión Europea para proteger los productos locales ante la «guerra comercial» que afecta a las familias más vulnerables. A pesar de las dificultades, el vino de Castilla-La Mancha ha llegado a 147 países, evidenciando un esfuerzo significativo en promoción exterior. El consejero condenó el uso de productos alimentarios en conflictos comerciales, enfatizando el impacto negativo en los sectores más desfavorecidos.
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