La emoción está en el aire en el mundo del baloncesto alevín. El programa Tecnibasket se prepara para una concentración clave el próximo 23 de noviembre, un evento que representa no solo un encuentro deportivo, sino una puerta abierta para que jóvenes talentos de distintas provincias forjen amistades y experiencias que marcarán su futuro en este deporte.
Durante esta jornada, las selecciones provinciales se enfrentarán a un emocionante reto: elegir a 15 jugadores que tendrán el honor de representar a su provincia en el Torneo de Selecciones, programado para el 14 de diciembre en Illescas. Este torneo, que constituye la culminación de un exhaustivo proceso de selección, pondrá de relieve tanto el compromiso como el talento de los jóvenes atletas.
La importancia de una buena organización se hace evidente en la necesidad de que cada provincia revise los requisitos específicos de sus equipos. En este entorno competitivo, la atención al detalle es fundamental. Asegurarse de que todos los jugadores cuenten con la documentación necesaria será vital para el éxito del evento.
Las directrices para participar en el Tecnibasket son claras: la asistencia a los entrenamientos desde la concentración es obligatoria, subrayando la seriedad de estos preparativos. Los entrenamientos, que se llevarán a cabo a puerta cerrada, permitirán a los entrenadores evaluar a los jugadores en un ambiente controlado. Además, todos los participantes deberán registrarse previamente en el programa ‘Somos Deporte 2025/26’ y llevar tanto una camiseta blanca como una oscura a cada sesión de práctica.
La dinámica del entrenamiento variará según la provincia, fomentando un sentido de comunidad en cada grupo. En Ciudad Real, por ejemplo, el Pabellón Antonio Caba será el escenario donde los equipos masculino y femenino alevín entrenarán de 11:00 a 13:00. Toledo acogerá a sus alevines en el Pabellón de la UCLM, mientras que Albacete, Guadalajara y Cuenca realizarán sus jornadas en el Pabellón Virgen de los Llanos, García Fraguas y el Pabellón Municipal de Mota del Cuervo, respectivamente, siguiendo un formato diseñado para optimizar el trabajo de cada equipo.
A medida que se acerca la fecha, la expectativa y la emoción crecen entre los jóvenes deportistas, sus familias y sus entrenadores. El baloncesto es más que una simple competición; representa una forma de vida y una oportunidad para cultivar valores esenciales como la perseverancia, el trabajo en equipo y la camaradería. Estas concentraciones no solo aseguran el desarrollo de habilidades técnicas, sino también el crecimiento personal de los jóvenes en una comunidad que los apoya y celebra sus esfuerzos.
A medida que este evento se aproxima, todos los involucrados esperan con ansias lo que promete ser una jornada inolvidable que, sin duda, sentará las bases para el futuro del baloncesto en la región.
