El Parlamento alemán ha decidido retirar la confianza al canciller Olaf Scholz, lo que abre la puerta a elecciones anticipadas, previstas para finales de febrero. Este desenlace se anticipaba tras la salida de los liberales de la coalición tripartita en noviembre. En la votación, un total de 394 de los 717 diputados presentes se pronunció en contra del Gobierno, mientras que los socialdemócratas fueron los únicos en apoyarlo, con 207 votos. Los Verdes optaron por la abstención para evitar que Scholz pudiera continuar en el poder pese a la falta de apoyo.
La crisis en el Gobierno se desató por discrepancias internas entre Scholz y el ministro de Finanzas, lo que precipitó la caída del ejecutivo. En este contexto, la derecha tradicional, liderada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU), se perfila como favorita para las próximas elecciones, mientras que Scholz podría quedar relegado al tercer lugar, superado incluso por la ultraderecha de Alternativa por Alemania (AfD), según las proyecciones. En sus declaraciones, el canciller destacó la importancia de que las elecciones permitan a la ciudadanía decidir sobre el futuro económico y político de Alemania.
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