La crisis humanitaria en Gaza continúa cobrándose vidas, con la reciente muerte de Abdel Qader Al Fayyumi, un menor que sucumbió a la desnutrición severa provocada por la escasez de alimentos en el enclave palestino. Este deceso se suma a una sombría estadística que registra otros nueve fallecimientos en las últimas 24 horas, elevando el total a 122 muertes desde el inicio del conflicto, de las cuales 83 son niños. Los hospitales, que operan bajo condiciones extremas, alertan de la creciente llegada de pequeños con problemas médicos críticos relacionados con la desnutrición. Las autoridades apuntan a que alrededor de 70,000 niños en Gaza ya han alcanzado la fase de desnutrición clínica, reflejando una emergencia de proporciones alarmantes.
A pesar de que Israel permitió el 19 de mayo el ingreso limitado de camiones con ayuda humanitaria a Gaza, la distribución sigue siendo un desafío debido a los riesgos asociados. Más de 1,000 personas han muerto en incidentes relacionados con el reparto de ayuda, y aquellos insumos que logran llegar a los mercados lo hacen a precios inalcanzables. El Ejército israelí ha señalado a las agencias de la ONU por no distribuir aproximadamente 950 camiones con ayuda, pero estas organizaciones denuncian los obstáculos impuestos para acceder a los suministros en la frontera. La tensa situación agrava cada día las condiciones de vida en Gaza, dejando a miles de niños en una situación desesperada.
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