Un reciente estudio llevado a cabo por el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid ha revelado que las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 en pacientes con cáncer de próstata indican un pronóstico agresivo, sin importar la presencia de metástasis. Tradicionalmente, el tratamiento se basa en el volumen de la enfermedad, pero los investigadores destacan que la terapia estándar resultante es insuficiente. Este estudio, presentado en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, evalúa 556 casos tratados en diversas instituciones durante un período de cinco años y enfatiza la necesidad de un cribado genético temprano para mejorar el enfoque personalizado del tratamiento.
Además, el estudio destaca el potencial de un nuevo fármaco, niraparib, un inhibidor de la enzima PARP que ha mostrado el poder de revertir la agresividad del tumor en pacientes con alteraciones en los genes BRCA. La combinación de niraparib con terapia hormonal ha demostrado resultados prometedores en mejorar el pronóstico, especialmente en fases iniciales de la enfermedad. Los investigadores subrayan que es crucial identificar estas alteraciones genéticas desde el inicio del diagnóstico para optimizar las opciones terapéuticas y sugieren que el beneficio del tratamiento podría ser mayor antes de que el tumor desarrolle resistencias.
Leer noticia completa en El Digital de Albacete.