Durante un proceso de separación o divorcio, la negociación entre los cónyuges se convierte en una tarea esencial para asegurar el bienestar familiar, especialmente cuando hay hijos de por medio. La calidad de la relación entre los padres y su capacidad para trabajar juntos son cruciales en este contexto, ya que el interés superior de los menores debe prevalecer en todas las decisiones. En España, el régimen de custodia compartida ha ganado popularidad desde la implementación de la Ley 15/2005, que permite a ambos progenitores participar activamente en la crianza y educación de sus hijos, promoviendo así su desarrollo en un entorno que privilegia la convivencia pacífica.
La custodia compartida, de acuerdo con el artículo 92 del Código Civil, requiere cumplir ciertos requisitos, como el interés superior del menor, la calidad de la relación afectiva con ambos padres y la capacidad de estos para proporcionar el cuidado necesario. Factores como la proximidad de los domicilios y la flexibilidad de los progenitores también son considerados por el juez, quien busca la solución más adecuada a las necesidades de cada familia. Aunque este régimen es preferido en un gran porcentaje de los divorcios, es fundamental evaluar cada caso particular, ya que existen situaciones en las que la custodia monoparental puede ser más beneficiosa. La orientación de un abogado especializado en derecho de familia puede ser clave para encontrar el mejor camino a seguir en situaciones de desacuerdo.
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