El sector asegurador en España enfrenta tiempos difíciles debido a una serie de eventos adversos, como el volcán en La Palma, la dana en Valencia y un apagón general en abril, que han impactado significativamente sus beneficios. Estos incidentes, que van más allá de los partes habituales, han llevado a las aseguradoras a implementar políticas de encarecimiento de pólizas, reflejadas en aumentos substanciales en las tarifas de seguros de hogar y automóvil. Por ejemplo, el gasto medio en seguros de automóvil alcanzó los 902 euros en 2024, un 15% más que el año anterior, mientras que modalidades específicas como todo riesgo sin franquicia y terceros ampliado también registraron incrementos considerables.
A pesar de estos desafíos, el sector ha mostrado resiliencia, con una facturación de 75.161 millones de euros en primas emitidas en 2024, consolidándose como un pilar del PIB español. No obstante, el gasto en seguros por habitante en España sigue por debajo de la media europea, lo que implica oportunidades de crecimiento. Los economistas prevén un futuro moderadamente positivo para el sector, impulsado por la digitalización y la adaptación a nuevas exigencias del mercado, aunque los perfiles de mayor riesgo pueden seguir enfrentándose a tarifas más altas en el corto plazo.
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