Carlo Ancelotti, con una experiencia que supera los 30 años y cerca de 1.400 partidos dirigidos, dejó claro en su reciente victoria 1-0 contra el Athletic que el 4-4-2 es su sistema favorito. Esta declaración, surgida tras la baja de Kylian Mbappé por lesión, refleja una tensión entre su preferencia táctica y las decisiones de la dirección deportiva del club, que parecen inclinarse por el 4-3-3. Durante la actual temporada, el Real Madrid ha enfrentado desafíos significativos tras la salida de Karim Benzema, donde Jude Bellingham ha asumido un rol esencial, aunque tuvo que adaptarse a diferentes formaciones, incluyendo un período como mediapunta en un 4-4-2 que resultó en un rendimiento ofensivo sobresaliente.
Sin embargo, la llegada de Mbappé ha obligado a Ancelotti a ajustar su estrategia y volver al 4-3-3, lo que ha afectado el equilibrio del equipo. La falta de Kroos ha añadido dificultades al movimiento del balón, mientras que el nuevo sistema ha dejado al equipo descompensado. A pesar de experimentar con diferentes formaciones, los resultados no han satisfecho a la afición madridista, y se han expresado preocupaciones sobre la cohesión del bloque. De cara a la Copa, Ancelotti podría optar por retomar su esquema favorito del pasado, en un intento de equilibrar el medio campo y maximizar las fortalezas de sus jugadores en un contexto donde la adaptación y el ajuste son cruciales para el éxito.
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