Albacete, ciudad con un rico patrimonio arquitectónico, alberga en su centro una serie de edificios emblemáticos que reflejan su historia y cultura. Entre los más notables se encuentran el Ayuntamiento, la Catedral de San Juan Bautista y el Museo de la Cuchillería, ubicados en un entorno privilegiado que une estos símbolos representativos de la sociedad albaceteña. En particular, el Museo de la Cuchillería, conocido también como la Casa del Hortelano, se distingue por preservar una de las tradiciones más significativas de la ciudad: la fabricación de navajas.
La Casa del Hortelano, cuyo diseño arquitectónico data del siglo XX con un estilo neogótico, ha experimentado diversas transformaciones a lo largo de los años. Originalmente, este edificio servía para la recolección de impuestos, un legado del pasado que su propietario, Joaquín Hortelano, buscó modernizar mediante la modificación de la fachada. En la actualidad, el museo no solo destaca por su estética, con características como torretas y una crestería de hierro, sino también por su función cultural, albergando un tesoro que representa el espíritu y la identidad de Albacete.
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