En la vasta red de carreteras de España, un tramo destaca por su singularidad: la N-301, que conecta El Provencio en Cuenca con Minaya en Albacete. Esta ruta se extiende a lo largo de casi 25 kilómetros, ofreciendo una línea recta casi perfecta que ha despertado el interés de los viajeros. Según informan fuentes del Instituto Geográfico Nacional y ‘El Viajero Histórico’, este tramo podría ser considerado el más largo y recto del país, convirtiéndose en un elemento característico de la región de Castilla-La Mancha.
Sin embargo, este trazado, aunque atractivo por su simetría, plantea riesgos para los conductores. La monotonía de la carretera puede inducir distracciones, poniendo en peligro la atención al volante. Expertos advierten sobre la importancia de mantener la vigilancia y evitar que el aburrimiento afecte la conducción, un recordatorio crucial para quienes transitan por estas rutas tan lineales.
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