Un potente terremoto de magnitud 7,7 sacudió el centro de Birmania este viernes, dejando un saldo devastador de al menos 1,002 muertos y 2,376 heridos, según el último informe oficial de la junta militar. El seísmo tuvo su epicentro en las cercanías de Mandalay, la segunda ciudad más grande del país, y fue seguido de una fuerte réplica de magnitud 6,7. La junta reporta además que hay 30 personas desaparecidas, con esfuerzos de recopilación de información en curso sobre el impacto de la catástrofe.
Como respuesta a la emergencia, se han comenzado a desplegar equipos internacionales de rescate, incluyendo un grupo de rescatistas provenientes de China. El presidente chino, Xi Jinping, expresó sus condolencias al líder militar birmano, el general Min Aung Hlaing, quien realizó un sobrevuelo en helicóptero para evaluar los daños en la región afectada. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) emitió una alerta naranja, advirtiendo que el conteo de víctimas podría variar significativamente, con estimaciones que sugieren que entre 100 y 1,000 personas podrían haber perdido la vida. El terremoto, considerado el más fuerte del siglo en Birmania, también provocó estragos en países vecinos, como Tailandia, donde al menos diez personas han fallecido y se reportan decenas de desaparecidos debido al colapso de un edificio en construcción.
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