En una clara señal de presión, el embajador estadounidense ante la OTAN, Matthew Whitaker, reafirmó la necesidad de que todos los aliados, incluyendo a España, alcancen el objetivo de gasto militar del 5% del PIB establecido en la reciente cumbre en La Haya. Durante declaraciones previas a una reunión ministerial en Bruselas, Whitaker fue enfático al señalar que no existen excepciones ni salvedades a este compromiso, considerado esencial para fortalecer la seguridad colectiva de la región euroatlántica. Aunque evitó comentar sobre las recientes amenazas del presidente Donald Trump de expulsar a España de la OTAN por no cumplir con este requisito, sí destacó que el cumplimiento del pacto es crucial para equilibrar la carga y mantener la paz en la Alianza.
La situación toma un giro particular con la postura española, que mediante una carta del secretario general, Mark Rutte, busca flexibilidad para cumplir sus obligaciones sin adherirse estrictamente a la cifra del 5%. Fuentes españolas defienden que el 2,1% del PIB debería ser suficiente para alcanzar sus objetivos de capacidades, algo que no es bien visto por algunos aliados dentro de la OTAN. A pesar de la amenaza de Trump, que señaló la posibilidad de la expulsión de España durante una cumbre de paz en Egipto, el ejecutivo español mantiene su posición, argumentando que la interpretación más flexible del acuerdo por parte de Rutte permite cierta desvinculación del umbral del 5%, aunque la reacción de otros miembros de la Alianza indica que esta discrepancia podría ser insostenible de cara a futuras revisiones.
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