El Gobierno de Estados Unidos ha tomado la decisión de cancelar dos subvenciones que suman más de 2,7 millones de dólares a la Universidad de Harvard, argumentando que los proyectos financiados «socavan los valores» del país. Esta medida, anunciada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, se produce en un contexto más amplio de tensión entre la Casa Blanca y la prestigiosa institución académica, que se ha mostrado reacia a aceptar cambios en sus políticas exigidos por el Gobierno. Noem ha señalado que la universidad es «inasumible» para recibir fondos públicos debido a su comportamiento «radical».
Entre las subvenciones congeladas, se encuentra un fondo de 800.303 dólares destinado a un proyecto de prevención de la violencia, que fue criticado por su enfoque considerado sesgado hacia los conservadores. También se suspendió un programa que había recibido más de 1,9 millones de dólares para financiar la propaganda de salud pública de Harvard. La secretaria de Seguridad Nacional ha instado a la universidad a proporcionar registros sobre actividades ilegales de estudiantes extranjeros antes del 30 de abril, o enfrentarse a la pérdida de la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio, pronunciándose en contra de lo que considera una ideología «antiestadounidense» en el campus.
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