Las autoridades estadounidenses han aumentado la recompensa por información que lleve al arresto de Nicolás Maduro a 50 millones de dólares. La fiscal general, Pam Bondi, comunicó a través de la red social X que esta decisión forma parte de los esfuerzos para responsabilizar al presidente venezolano por sus «crímenes despreciables», bajo el liderazgo de Donald Trump. Según el Departamento de Justicia, Maduro ha sido vinculado con la incautación de 30 toneladas de cocaína y 700 millones de dólares en activos, lo que lo sitúa, según ellos, como uno de los mayores narcotraficantes del mundo. Washington justifica este movimiento como una medida para proteger su seguridad nacional frente a la amenaza que supone el mandatario venezolano.
La respuesta de Caracas no se hizo esperar. El ministro de Exteriores, Yván Gil, calificó la recompensa como una «cortina de humo» y un «circo mediático», acusando a Bondi de distraer a la opinión pública de los problemas internos de Estados Unidos. Gil también mencionó las controversias asociadas a figuras estadounidenses como Jeffrey Epstein para resaltar lo que considera una ofensiva política contra Venezuela. Recordó que ya en enero, bajo la administración de Joe Biden, Washington había aumentado la recompensa a 25 millones de dólares, tras las disputadas elecciones presidenciales de 2024 en Venezuela. En medio de tensiones diplomáticas, el gobierno venezolano sostiene que su dignidad nacional no está en venta y rechaza lo que percibe como una burda operación de propaganda.
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