El teletrabajo, que se popularizó durante la pandemia y fue presentado como una solución ideal, está mostrando sus desafíos en Castilla-La Mancha. Según la UGT, cerca del 60% de los empleados que trabajan desde casa sienten una sobrecarga laboral y tienen dificultad para desconectar. No es solo un problema del teletrabajo; el 83.9% de las compañías con más de diez empleados han adoptado modalidades de trabajo remoto, pero han fallado en implementar una desconexión digital efectiva. Como señala Lola Alcónez, secretaria general de UGT en la región, el trabajo a menudo continúa en casa, más allá del horario laboral, lo que aumenta el estrés y afecta el bienestar de los empleados.
Este desafío en la desconexión laboral se vincula con un aumento en las bajas laborales relacionadas con la salud mental, como el estrés y la ansiedad, convirtiéndose en la segunda causa más común de baja, solo superada por problemas traumatológicos. Patricia Ruiz, secretaria de Salud Laboral de UGT, advierte que esta situación podría empeorar si no se toman medidas. En respuesta, el sindicato recomienda que las empresas establezcan protocolos para garantizar la desconexión digital, y esperan que estas medidas se incorporen en futuras regulaciones como la reducción de la jornada laboral a 37.5 horas. También instan a acuerdos eficientes con las mutuas para gestionar mejor las bajas por problemas traumatológicos, aunque en regiones como Castilla-La Mancha todavía no se han logrado avances concretos.
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