El Albacete Balompié comenzó su andadura en la temporada 25/26 con un emocionante empate 4-4 en un duelo ante el Almería, un rival con un presupuesto significativamente mayor. La mezcla de sentimientos en el vestuario fue palpable, con Agus Medina, el capitán, expresando su descontento por dejar escapar dos puntos en un partido que parecía estar bajo control en varias ocasiones. Aunque la frustración de los últimos momentos resonó entre los jugadores, el esfuerzo colectivo durante los noventa minutos fue destacado como un aspecto positivo que augura un camino esperanzador para la temporada.
Diego Mariño, el portero del equipo, adoptó un enfoque más optimista, señalando que el empate era un resultado justo dado el desarrollo del partido. Valorar el esfuerzo del equipo y reconocer la capacidad de respuesta ante un rival formidable también formó parte de sus reflexiones. Con estas primeras impresiones, el Albacete ha mostrado un espíritu de lucha y competitividad, configurando un inicio que promete emociones y desafíos. Este desempeño sugiere que, a pesar de la decepción inicial, el equipo tiene el potencial necesario para ser un contendiente en la categoría, dejando en claro que no se rendirá fácilmente.
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